La red de redes ha impactado sobre los profesionales de la comunicación de dos formas: en la posibilidad casi ilimitada de acceder a información y como una nueva forma de mostrar los productos comunicativos.
Sin embargo, aprender a reportar, a escribir, a valerse de este nuevo medio no ha resultado fácil para los que laboran en nuestros medios. Todavía es notable el número de periodistas que no utilizan las ventajas de la red de redes y mucho menos, ven en ella una fuente de empleo, prefieren el trabajo reporteril “en la calle”. Y es que la combinación del ejercicio periodístico con los avances tecnológicos no es sencilla.
El primer contacto que tuvimos los periodistas con las computadoras fue el de escribir con ellas, y en el caso nuestro, con ordenadores bastantes obsoletos. Fueron ellas las que reemplazaron las viejas Robotron de nuestras redacciones. Con las computadoras, comenzamos a aprovechar sus herramientas, fundamentalmente el Word, porque de las otras, muy poco conocíamos.
La llamada “Batalla de Ideas”, surgida al calor de la lucha por el regreso del niño Elián González, marcó el inicio de la que bien pudiéramos llamar la Revolución Digital dentro de la prensa cubana. Aunque, es válido recordar que en abril de 1996, Granma Internacional publicó sus primeras informaciones en Internet.
Emprender este recorrido por Internet ha resultado complejo para quienes han sido timoneles de este viaje por la red. No pocos obstáculos han tenido que vencerse en el camino, inconvenientes dentro del propio medio y más allá de éste.
Lo nuevo siempre trae predisposiciones al cambio. Hacer creer que “escobita nueva, barre bien”, ha llevado y lleva muchas horas de convencimiento y motivación hacia lo que, indudablemente, representa un adelanto tecnológico impresionante y una manera de ejercer un periodismo superior.
¿Cuáles son los elementos que no pueden pasarse por alto en Internet? ¿Cuál contenido priorizo, el que va para la publicación digital o el que saldrá en el periódico, al éter o por la pequeña pantalla?, son algunas de las interrogantes que surgieron y todavía persisten en nuestros colegas, directivos y en nosotros mismos, los editores, que de reporteros en la calle nos vimos en un abrir y cerrar de ojos, sentados frente a una computadora, confeccionando un sitio Web para Internet, cuyo alcance comunicativo nos pareció increíble, cuando comenzamos esta labor. Que un cibernauta en Japón estuviera leyendo el mismo sitio web instalado en nuestra PC era algo realmente asombroso.
Pero, ¿cómo lograr que ese lector en Japón se mantuviera como un asiduo visitante al sitio? ¿Cómo atraer a otros cibernautas?
Conocemos que sobre Cuba se habla muy poco en los medios de prensa, y cuando estos le dedican espacios es para reflejar información falsa, tergiversada y mal intencionada acerca de nuestro proceso. No olvidemos que las noticias de la CNN, la BBC, y El País son repetidas por centenares de emisoras de radio y televisión, periódicos y revistas en todo el orbe. Pero las noticias sobre logros y realizaciones de la Revolución cubana no encuentran similar eco.
Y para que esta Isla pueda mostrar su obra en diferentes campos sociales, económicos y políticos en Internet, se precisa de un periodismo atractivo, elegante, superior. Se requiere de Editores Jefes capaces de asumir el reto que nos depara esta infinita autopista de información y de posibilidades.
La puesta en práctica del perfil editorial de cada medio resulta clave para quienes guían las publicaciones en la red. Los sitios web no pueden ser “barcos a la deriva”, o “autos con problemas en la dirección”.
Igual reto emana con la aplicación de las Cartas de Estilo o Normas de Redacción, las cuales muchas veces quedan engavetadas.
Una práctica mundial que escasea en nuestro periodismo reside en la realización de un trabajo por varios profesionales. Entre los editores se necesita impulsar y estimular la confección de reportajes complejos con la participación de dos o más periodistas.
“La prisa ha minimizado el reportaje, que es la estrella del periodismo”, expresó el realizador español Matías Antolín, al referirse al impacto de las Nuevas Tecnologías en los medios de comunicación.
Y es que en las Web, hay que lograr una investigación para presentar los trabajos con un lenguaje capaz de excitar la percepción del público, con datos, referencias, pormenores, que gratifiquen al receptor y humanicen y complementen los textos.
Otro asunto de interés en la labor de los Editores es la decisión de mantener a la vista de los lectores trabajos y secciones que son de su preferencia, y que incrementa el número de visitas y accesos al sitio. Porque en Internet son los usuarios los que van marcando la pauta de lo que desean leer y le quitan al editor esa fuerza autoritaria sobre qué y cómo presentar. Y aquí, introduzco un tema vital: la interactividad on line.
Comunicación interactiva: editor-periodistas-lectores
La periodista e investigadora mexicana Hilda García Villa reconoce que el juicio editorial tiende a transformarse y ese poder de decisión con el que el editor cuenta en otro medio, se ha visto reducido en Internet. “Ahora —dice García Villa— el editor tiene un jefe más con quien debatir los temas y encuentra una manera más cercana a su lector. La información fluye tal y como los usuarios quieren que sea, pues es el mismo usuario quien interactúa con el sistema y con otros usuarios a través de comunidades virtuales”.
En efecto, el ansiado feedback comunicacional ya es posible gracias a los medios basados en soportes multimedia. Tanto el periodismo informativo como el de opinión se prestan a que el lector-receptor del mensaje pueda comentarlo, refutarlo, incluso modificarlo.
“Los medios interactivos permiten al usuario hurgar, preguntar, interpelar, exigir y reclamar”, apunta el periodista español José B. Teceiro. O sea, que indudablemente ya no existen barreras para hacer llegar una comunicación personal hasta el redactor, el editor o el director.
Por tanto, quienes están al frente de las redacciones digitales, en el papel de Editores Jefe, deben además atender y responder cada correo electrónico que llegue, promover la realización de encuestas y foros de discusión, que posibiliten intercambiar con sus lectores y conocer criterios y sugerencias para mejorar la publicación digital. La opinión de un lector no puede quedarse en una “bandeja de entrada”.
Las redes sociales han propiciado el surgimiento de la figura del “Community Manager” o Editor de Comunidades, encargado de gestionar, construir y moderar comunidades de blogs personales, Facebook, Youtube, Twitter, entre otros sitios.
Muchas otras aristas más pudiera expresar en este texto, pero tal vez reitere exigencias que son bien conocidas entre colegas y especialistas del campo de la comunicación.
Dejo para el final un consejo que viene muy bien para los que arman a diario el rompecabezas en Internet, que lejos de ser un pasatiempo, constituye un reto difícil, pero fascinante. Lo expresó Christopher Crommett, ejecutivo de la CNN desde 2002 al 2009: “La persona que aspira a ser periodista debe nacer con tres “Ces”: curiosidad, creatividad y compasión. Sin curiosidad, no sabrá indagar, cuestionar, retar. Sin creatividad, no podrá comunicar con efectividad y originalidad. Sin compasión, perderá de vista el aspecto humano de las noticias y los intereses vitales de sus lectores, televidentes o radioescuchas”.
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